Cuando en un polo geográfico el Sol alcanza su mayor altitud es el momento del solsticio.
El verano boreal es entre el 20 y el 22 de junio en el Este del hemisferio norte, y el verano austral entre el 20 y el 23 de diciembre en el Oeste del hemisferio sur.
En tiempos prehistóricos, el verano era una época alegre del año para quienes vivían en regiones frías, la nieve desaparecía, las temperaturas eran cálidas y las flores florecían.
Algunas hierbas podían ser cosechadas para usos medicinales, la comida era más fácil de encontrar, se recolectaba lo que se había sembrado.
La primera luna llena en junio se llamaba luna de miel. Según las tradiciones este es el mejor momento para cosechar la miel de las abejas.
Esta época del año, entre la siembra y la cosecha de los cultivos, ha sido el mes tradicional para las bodas.
Esta celebración de la noche de San Juan es universal, se extiende desde China hasta Europa.
Las antiguas tribus germánicas, eslavas y celtas en Europa celebraban el solsticio de verano con hogueras, era la noche de festivales del fuego y de la magia, de los oráculos para el amor y la adivinación.
En la antigua Suecia, se llevaba un árbol solsticial a cada ciudad y se decoraba, generalmente un pino. Los aldeanos bailaban a su alrededor.
Las mujeres y las niñas acostumbraban a bañarse en el río local. Este era un ritual mágico, destinado a atraer la lluvia para los cultivos.
La Fiesta de San Juan, también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es la festividad del nacimiento de San Juan Bautista por parte del cristianismo el día 24 de junio. Se trasladó la celebración del solsticio de verano a esta noche del 23 al 24.
Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en Inglaterra (Midsummer o St. John’s Eve), Irlanda, España, Portugal (fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev).
En América Latina, Brasil tiene las Festas Juninas; en Bolivia, Chile, Perú, Paraguay, Puerto Rico y Venezuela, la noche de San Juan, está también relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada.
Las costumbres y rituales paganas perduran en la celebración de la noche de San Juan.
Otras se han incorporado a lo largo de los siglos, como en Alicante y en los últimos años también se están recuperando ritos de culturas desaparecidas, como los celtas en Galicia y Asturias.
Es tal éxito de esta celebración que sólo se explica por su constante evolución, por eso cada año los que participan en las celebraciones viven esta noche con la magia primitiva.
En España en estos momentos es una de las celebraciones más populares en la mayoría de las regiones.
En Aragón se celebra con hogueras en diferentes lugares de la geografía, baños a la luz de la luna en ríos y lagos.
En Asturias como pueblo celta, además del culto al Sol, se celebra el culto al agua. En la noche de San Juan, a las doce, la gente se baña en el agua de las fuentes, ríos o playas, con la creencia de que, en esa noche el agua les traerá salud y les protegerá de las enfermedades.
En Menorca se celebra desde el siglo XIV a lo largo del verano y en diversos municipios, el protagonista es el caballo.
En Mallorca, Formentera e Ibiza se organizan hogueras en las plazas, con música y bailes. La hora mágica son las doce, el momento de sumarse al ritual de la depuración por medio del fuego.
Canarias
Se celebra en todo el archipiélago la noche del 23 de junio y la madrugada del 24
Hay una gran celebración en la isla de Gran Canaria y sobre todo en Las Palmas de Gran Canaria, que se fundó el día de San Juan de 1478, con actos toda la semana y hogueras en las playas.
Cantabria
Aún se conservan las prácticas ancestrales, saltar sobre las hogueras, pisar las cenizas aún candentes, danzar a su alrededor, o llevar el fuego por los campos de cultivo para purificar la cosecha.
Cataluña
La llamamos Revetlla(verbena) de Sant Joan, que quiere decir fiesta, la llama de fuego del Canigó (una montaña teóricamente mágica) desciende a todos los pueblos y ciudades para encender las hogueras.
Lo celebramos con reuniones familiares y de amigos al aire libre, en la playa, con música, baile, petardos, muchos petardos, una tradición muy mediterránea. Los ritos son personales de cada uno, pero todos compartidos la Coca de San Juan con cava (champán catalán), y sobre todo brindamos por un verano feliz.
Hogueras de Alicante
Son las fiestas más populares y espectaculares, muy valencianas, donde prima el espectáculo y lo efímero, disfrutar del momento.
Del 14 al 20 de junio se plantan las “hogueras” que son monumentos artísticos de madera, cartón, corcho y pintura que contienen una profunda carga satírica.
Cuatro días más tarde, el 24, se queman después de lanzarse una monumental palmera de fuegos artificiales.
Durante los días de fiesta hay desfiles, pasacalles, “despertás” (música a primerísima hora de la mañana, para despertar) cabalgatas, “mascletás” (festival de petardos), actuaciones musicales, campeonatos deportivos, etc.
La fiesta se vive en la calle, donde la gente puede comer y bailar en las “barracas” y “racós”(rincones), y degustar la tradicional “coca amb tonyina” (coca con atún) y las “bacores” (brevas).
Galicia
La noche del solsticio de verano se celebra en toda la región desde tiempos inmemoriales, Galicia fue una región celta en la que hay abundantes vestigios de esta cultura.
Toda Galicia arde en esta noche de norte a sur y de este a oeste, se levantan “lumeiradas” (hogueras) en cada pueblo, ciudad y cada barrio.
Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá.
Es el momento de espantar los malos espíritus, en San Juan “meigas” y brujas huirán (En San Xoán meigas e bruxas).
Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera, según las poblaciones, el número varía.
También nueve veces había que recibir olas en las playas, para aumentar la fertilidad femenina.
Son espectaculares las más de 50 hogueras de la Isla de Arosa, cuyas playas de arena blanca contrastan con la luz anaranjada del fuego.
Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente, se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras.
La comida de esa tarde-noche son los cachelos (patatas cocidas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas.
La bebida la “queimada”, aguardiente con frutas y mucho azúcar, que mientras se elabora se recita un conjuro contra el mal.
Postres típicos son las “filloas”(creps), las “orellas de frade” (orejas de fraile) y las chulas(buñuelos).